En mi cole se enviaban cartas por San Valentín

Vaya jaleo de semana, hemos llegado al viernes sin darnos cuenta. Esta noche empezamos con las pruebas de menú de este año y eso significa que esto arranca. En un abrir y cerrar de ojos estaremos inmersas en la batalla de la recta final de nuestras Bodas&Eventos 2015 `Is coming´.

Hoy podríamos hablaros de los carnavales y las fiestas de máscaras que tanto nos gustan, de ideas Low Cost para San Valentín o como celebrarlo en casa, de las Cincuenta sombras de Grey por raro que parezca no nos hemos leído su trilogía así que os podemos contar más bien poco (solo que se estrena hoy su película como sabéis y vaya expectación que ha creado el tal Christian Grey). Pero ayer, curiosamente, buscando entre cajas (de esas que todo el mundo tiene sin saber lo que contiene) encontramos mil recuerdos. Fotos polvorientas con amistades que aun se mantienen, aficiones que se llevan dentro aunque ahora no haya mucho tiempo para ellas, familiares que se echan de menos y unos sobrecitos muy curiosos que es la historia que queremos compartir hoy con vosotros.

Tendríamos 12-13 años cuando en el colegio por San Valentín se enviaban cartas y flores. Días antes al 14 de febrero ponían unos buzones por los pasillos y se encargaban claveles rojos para que fueran entregados (eso era para los menos, los que sentían un enamoramiento profundo y su economía se lo permitía). Interrumpían las clases para entrar con el reparto y vaya alegría cada vez que veía que una carta era para ti.

Pues esas cartas eran de amor incondicional (si te escribía el niño que te gustaba ya era la pera), todo el que te consideraba tu amigo/a te escribía y te dedicaba unas palabras bonitas, incluso perdones típicos de la edad. Es un recuerdo que no se olvida, que siempre estará guardado en algún cajón para enseñar a nuestros nietos y cobrará aun más valor con el tiempo.

Es graciosa la tipografía, los refranes, las faltas atroces de ortografía, las poesías…pero lo que más nos ha llamado la atención es como según la importancia que tuvieras para el remitente el sobre era más `currao´ o menos. Pegatinas, rotuladores con purpurina, clips requetebonitos… Eso nos ha hecho hacer un paralelismo con nuestras invitaciones de bodas. Sin darnos cuenta ya queríamos transmitir un mensaje simplemente con el sobre, igual que el transmiten nuestros clientes con sus invitaciones nupciales.

Con unos sobres bonitos vamos a por el viernes.

BESOS

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Fotografía y diseño exclusivo (los que están arriba): Plumita

Fotografía y diseño exclusivo (los que están arriba): Micrapel Bodas